En este nuevo trabajo, vamos a exponer como se representa el poder político en la escultura y pintura a lo largo de la historia.
Partimos desde Egipto hasta acabar en la actualidad. Luego veremos las similitudes que encontramos en la representación de poder en una imagen clásica y en la actualidad.
Para finalizar haré una imagen que pueda interpretar el poder de hoy en día.
Empecemos con Egipto. En esta época, los ciudadanos alababan a los dioses los cuales se encargaban del orden cósmico, por lo cual la religión era muy importante para ellos.
En su escultura, usaban la ley de la frontalidad y las figuras eran hieráticas.
Los faraones se consideraban dioses y ellos son los que tenían el poder político.
Las esculturas de dioses y faraones eran representadas con un tamaño mas grande que el resto de personas porque así podían transmitir el poder que tenían.
Hablando sobre su pintura, pintaban en las paredes y sarcófagos. Destacan los jeroglíficos donde se ve transmitida una perspectiva jerárquica.
En Roma, la escultura se basaba en la exposición de retratos como esculturas exentas y ecuestres. A lo largo del tiempo, esto se va dejando de lado esta idealización de épocas previas para poder centrarse más en el realismo.
La función era tanto decorativa como documental para dejar en ella obcecación.
El poseedor del poder político en el imperio romano era el emperador donde en imágenes se retrataba su rostro, como el de Adriano:
El retrato del emperador era el más frecuente de la escultura y mediante esta se podía constituir los modelos para el resto de retratos.
Nos podemos encontrar con 3 tipos de retratos:
- Retrato togatos: el emperador se esculpía con toga y una manta sobre la cabeza
- Retrato torácatos: este, representa al emperador como cónsul o militar, por lo que aparece con coraza.
- Retrato apoteósico: Representa al emperador como una persona heroizada o divinizada. Aparece con la parte superior del cuerpo desnudo, corona de laurel y algún atributo de algún dios. Es la representación más rica pero menos frecuente.
Pasamos al Renacimiento. En esta, la religión tenía uno de los papeles más importantes, como la Edad Media, ya que los papas eran grandes mecenas, pues estos apoyaban a los artistas.
El poder del rey venía de dios. Era representado en lugares importantes pero cerrados. Un claro ejemplo de esta representación son los reyes en la corte, los cuales estaban sentados en sus respectivos tronos y las personas con menos poder que ellos están representados en segundo plano, es decir, con menos protagonismo.
Vivian en un palacio muy lujurioso y tanto este como las prendas con la que se vestían, de podía transmitir el estatus en el cual se encontraban.
La pintura se representaba el busto o el cuerpo entero. Las técnicas más usuales fueron el temple ( su aglutinante Eda la yema d e huevo ) y el óleo ( su aglutínate era el aceite ya que este se mezclaba con los pigmentos ).
Esta fue la emboca en la cual los artistas empezaron a ser reconocidos.
La escultura en el Renacimiento tomó como base el modelo de la antigüedad clásica y su mitología, con una nueva visión, el humanismo.
Se buscó la representación naturalista del cuerpo humano el cual salía desnudo con una técnica muy detallista gracias al estudio de la anatomía.
El papel fundamental fue la figura del mecenas, representado por la iglesia y personajes de la nobleza que obtenían con mecenazgo un prestigio social y propaganda política.
Utilizaban la técnica del tallado de mármol.
Seguimos con la pintura en el siglo XIX. Esta responde a todos los quiebres históricos.
A principios del siglo, la tendencia era el neoclasicismo. Este propone una belleza ideal y el culto a la antigüedad clásica.
La pintura de este siglo se dejó influenciar por el fenómeno político francés y la ruptura con el tradicional artista que muestra la monarquia y su aristocracia.
El dibujo y la forma fueron lo que predominó en este siglo. Representaban a los reyes y a los aristócratas con una luz clara y fría, ya que si la hacían de forma dorada le daba a la obra una sensualidad que era rechazada con la estética neoclasica.
Los artistas descubrieron una forma en la cual podían ganar una fortuna mediante el retrato de la antigua aristocracia británica y la nueva burguesía industrial.
Para finalizar el análisis del paso del tiempo sobre el poder político en esta actividad, nos dedicaremos a hablar sobre la actualidad.
En este caso, los políticos son los que tienen este poder y son representados de plano entero o en primer plano, con pancartas llamativas y eslóganes para llamar la atención de su público.
Existe una relación mediante el político y el fotógrafo y esta es muy cercana.
Hay políticos a los cuales les beneficia el conseguir buenas imágenes y buena publicidad pero sin embargo a otros solo les interesa atraer la atención del pueblo a su beneficio.
Un político, necesita la resonancia de los ciudadanos y para eso se expone a ellos.
Muchas de sus fotografías están mirando directamente a la cámara aunque a veces se dirige al pueblo o a sus votantes de una forma indirecta.
Cada fotografía debe tener un mensaje y lo más importante, una imagen ya que eso refuerza mucho la atención del público con un entorno atractivo.
Una ves resuelto esta parte del trabajo, seguiremos hablando, pero esta vez de la comparación de la imagen clásica con la imagen actual, ya que podemos ver una serie de similitudes.
En estas dos empozas son representados el rostro del personaje o el busto.
En la época clásica normalmente era más habitual la escultura del emperador y en la actualidad nos dejamos llevar más por las fotografías, aunque en ambas hay realismo ya que en la época clásica, como ya dije anteriormente, buscaban el naturalismo y lo conseguían a base del estudio de la anatomía y en la fotografía de la actualidad, es un momento exacto de lo que es la realidad, representa a los personajes tal y como son.
Ambas tienen función documental ya que expresan poder y el apoyo del ciudadano hacia ello.
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